La leche de oveja se caracteriza por:
1.Tener un mayor aporte nutricional, ya que es más rica en contenido proteico y graso, que la leche de vaca.
2.La leche de oveja es una fuente de vitaminas, oligoelementos y macrominerales, siendo rica en hierro, zinc, cobre, calcio, magnesio, fósforo, sodio, manganeso
3.Es más digestiva que la leche de vaca.
En esa excelencia de la leche pura de oveja radica también la excelencia del Queso Ciudad de Sansueña elaborado con leche cruda de oveja elaborado por Lácteas Zamoro.
Actualmente, el sistema de obtención de la leche, es a partir de ordeñadoras, debido a que gracias a esta automatización del sistema se ha conseguido obtener una leche con una calidad microbiológica muy alta, ya que se evita en todo momento el contacto entre la leche y posibles superficies que estuviesen contaminadas.
La leche cruda de oveja no ha sufrido ningún tratamiento térmico, que pueda modificar las características físico-químicas y sensoriales del producto, cambios que se hacen muy notables a la hora de elaborar otros productos lácteos.
Con la pasterización, lo que conseguimos es eliminar los posibles microorganismos patógenos que pudiera contener la leche, inactivar las enzimas de la leche, lo que evita una rápida degradación de los ácidos de la leche a otras sustancias más olorosas pero también le resta gran cantidad de cualidades en los quesos elaborados con lo cual nuestro Queso Ciudad de Sansueña se elabora usando unas franjas térmicas que inactivan únicamente lo patógeno sin afectar a los microorganismos vivos que afectan al proceso de maduración natural porque «El Queso es leche con bacteria y todo lo demás es ilusión».
Debido a las pasterización, la leche sufre una serie de cambios en su composición, como la perdida de vitaminas o la desnaturalización de las proteínas propias de la leche, causado por la elevada temperatura del proceso.
Esto provoca que las características sensoriales del producto varíen, diferenciándose notablemente entre una leche cruda de oveja o pasterizada. La leche cruda de oveja siempre va a destacar por tener un sabor más propio e intenso.
Todo esto, sumado a otros factores, hace que la posterior transformación de la leche cruda de oveja a otros derivados lácteos, como puede ser el queso, muestre una gama mucho más variada de sabores y olores que viene marcado por la utilización de la materia prima viva y en su estado natural.