El queso curado de oveja se caracteriza por tener un sabor muy intenso, está elaborado con leche cruda de oveja y tiene un tiempo de reposo de entre tres y seis meses. Esto es lo que hace realzar su sabor y textura.
Fases de la elaboración del queso curado de oveja
La elaboración del queso curado de oveja se divide en varias fases claramente diferenciadas.
Recepción y tratamiento térmico
Durante este primer proceso, lo que tiene lugar es el control de calidad de la leche. Se llevan a cabo los controles necesarios. También se eliminan las impurezas sólidas aparecidas por el campo o los animales.
En esta fase se usa la leche cruda con su flora microbiana, que se calienta a cuajo.
Coagulación de la leche
Durante este proceso se produce la coagulación de las enzimas. La leche se cuaja, pudiendo optar por dos formas diferentes. Puede cuajarse por utilización animal o por vegetal.
Es muy importante para el tipo de queso de oveja la cantidad de ácido láctico que se forme, pero también la altura del proceso en el que ocurra.
Son factores determinantes en esta fase la temperatura y el tiempo del cuajado.
Corte de la cuajada
En esta fase tiene lugar el corte de la leche con cuchillas, de manera que favorezca la salida del suero retenido.
Calentamiento
Se caliente la leche a unos 30 o 40 grados. Cuanto más se caliente, más seco será el queso. Aquí se determina el tipo de queso de oveja.
Prensado
Aquí es cuando se llenan los moldes, sometiéndose a presión exterior cuando se desea queso de pasta prensada.
Salado
Para que no se desarrolle mucha flora microbiana en la corteza, el queso se sala, añadiendo también más sabor.
Madurado
Durante esta fase se desarrolla todo el sabor y aroma del queso curado de oveja. Dependiendo del tiempo, serán quesos frescos, semi-curados o curados.