España es un país muy quesero afortunadamente, y ello se refleja en el número de Denominaciones de Origen Protegidas de Queso que existen, ya que contamos con  más ya de 25 denominaciones diferentes.
Cómo  hemos dicho alguna vez los quesos pueden estar elaborados con leche de vaca, leche de oveja o leche de cabra, también pueden ser de mezcla.
Hoy vamos a ver las diferencias que existen entre un queso elaborado con leche de oveja y otro elaborado con leche de cabra.
De los quesos  elaborados con leche de cabra, quizás el más conocido es el Rulo de Cabra, cilíndrico de pasta blanca y blanda, que habitualmente es utilizado para diferentes elaboraciones en la cocina.

Los quesos de cabra son de naturaleza ácida, esto es debido a los ácidos grasos que contiene la leche de cabra, caproico, caprílico y cáprico.
Debido a su alto valor proteico, este tipo de queso es bueno para el riñón y se recomienda a aquellas personas que padecen insuficiencia renal crónica por su bajo contenido en potasio.
Además suelen ser más cremosos y blandos, pero su sabor es fuerte al igual que su olor debido a que desprenden el aroma típico de cabra con lo que suelen tener menos aceptación.

Si hablamos de quesos elaborados con leche de oveja, éstos tienen un olor característico y una textura fina y suave.

Su pasta compactada y consistente hacen más intenso el sabor del queso.
Son más grasos comparados con el resto, y tienen mayor contenido en vitamina, ya que la leche de oveja es muy nutritiva, nos aporta energía y proteínas fundamentales para mantener los músculos.
Los ácidos grasos del queso de oveja son esenciales para el crecimiento y beneficiosos para el sistema cardiovascular inmunológico y nervioso.i Contiene vitamina A, B y E y calcio en grandes cantidades, lo que ayuda a los huesos y a los dientes.
Este alto valor nutricional favorece a nuestro organismo, ya que tiene los suficientes aminoácidos para que el organismo funcione perfectamente, es más digestivo debido a su menor contenido en lactosa.